Si las empresas contribuyen al
desarrollo positivo de las comunidades en las que se encuentran, la empresa
también se ven beneficiadas: mejora su imagen pública, su prestigio comunitario
se incrementa y su entorno social más inmediato se convierte en un sólido
aliado.
Un ejemplo de responsabilidad
comunitaria es Filo Diretto.
Filo Diretto es una compañía aseguradora
especializada en la prestación de servicios médicos y asistenciales, que ha
creado una organización sin ánimo de lucro destinada a prestar asistencia a la
infancia más desfavorecida, que funciona en varios países entre ellos Italia de
donde es originaria y Angola. Además la empresa destina el 1% de sus beneficios
a esta tarea humanitaria y promueve la donación de entre el 5% y 10% de las comisiones de sus representantes a
proyectos de asistencia médica a la infancia.
La web de su ONG es:
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